El cuerpo del delito
El proyecto fue desarrollado durante la residencia artística ArtPace y expuesta parcialmente en Proyecto Cívico,
en el Centro Cultural Tijuana, y en la muestra El Resplandor, en el Salon Los Angeles de la Ciudad de Mexico.
Se compone de varias obras relacionadas entre sí; los cuales se refieren a una escena ficticia basada en los crimenes que se cometen a lo largo de la frontera de
los Estados Unidos y México. La apropiación de los métodos y estrategias forenses suponen un punto de vista objetivo, al mismo tiempo, interrogan y obligan al espectador a preguntarse su papel como observador, en el sentido de la creación y la definición de un personaje. El proyecto plantea cómo los cambios en el contexto crean cambios en el significado.
Incluidos en la instalación están un video titulado La Suburban Negra, que representa la investigación de un asesinato ficticio asociado a los cárteles de la droga
en México. La narrativa del video explora la ambiguedad moral de los tres personajes involucrados, todos desempeñados por el artista: el asesino, el policía, y la víctima. En contraste con las películas comerciales sobre la delincuencia violenta, el derramamiento de sangre épico que saturan la cultura popular, las personas y la puesta en escena de esta
pieza son mundanas, incluso estériles y reflejan con mayor exactitud la cruda realidad de la guerra contra las drogas.
El elemento central de la exposición es una instalación escultórica compuesta de una Chevrolet Suburban, distintos materiales forenses, cartuchosde bala grabados con los nombres de las víctimas dela guerra contra las drogas (a los cuales el video hace referencia) permite a los espectadores contemplar la recreación del evento. La radio del coche toca como
banda sonora narcocorridos que aluden a la vida real de los traficantes de drogas. El último elemento de la instalación consta de fotografías de los tres protagonistas del video: una falsa reproducción de una ficha de detención del departamento de policía, una imagenque simula ser una identificación de empleado y el fragmento de una cándida fotografía instantánea. Al igual que en el vídeo, el artista siempre está presente aquí, pero nunca es claramente una persona o la otra, esto pone en relieve la mascarada de la identidad y la inestabilidad de la verdad.
en el Centro Cultural Tijuana, y en la muestra El Resplandor, en el Salon Los Angeles de la Ciudad de Mexico.
Se compone de varias obras relacionadas entre sí; los cuales se refieren a una escena ficticia basada en los crimenes que se cometen a lo largo de la frontera de
los Estados Unidos y México. La apropiación de los métodos y estrategias forenses suponen un punto de vista objetivo, al mismo tiempo, interrogan y obligan al espectador a preguntarse su papel como observador, en el sentido de la creación y la definición de un personaje. El proyecto plantea cómo los cambios en el contexto crean cambios en el significado.
Incluidos en la instalación están un video titulado La Suburban Negra, que representa la investigación de un asesinato ficticio asociado a los cárteles de la droga
en México. La narrativa del video explora la ambiguedad moral de los tres personajes involucrados, todos desempeñados por el artista: el asesino, el policía, y la víctima. En contraste con las películas comerciales sobre la delincuencia violenta, el derramamiento de sangre épico que saturan la cultura popular, las personas y la puesta en escena de esta
pieza son mundanas, incluso estériles y reflejan con mayor exactitud la cruda realidad de la guerra contra las drogas.
El elemento central de la exposición es una instalación escultórica compuesta de una Chevrolet Suburban, distintos materiales forenses, cartuchosde bala grabados con los nombres de las víctimas dela guerra contra las drogas (a los cuales el video hace referencia) permite a los espectadores contemplar la recreación del evento. La radio del coche toca como
banda sonora narcocorridos que aluden a la vida real de los traficantes de drogas. El último elemento de la instalación consta de fotografías de los tres protagonistas del video: una falsa reproducción de una ficha de detención del departamento de policía, una imagenque simula ser una identificación de empleado y el fragmento de una cándida fotografía instantánea. Al igual que en el vídeo, el artista siempre está presente aquí, pero nunca es claramente una persona o la otra, esto pone en relieve la mascarada de la identidad y la inestabilidad de la verdad.
Una instalación escultórica, una proyección de video, fotografías y audio